jueves, 11 de junio de 2009

Calipso


 Una vez más siento la necesidad de respirarte en los ambientes más oscuros, de desafiar las leyes de la gravedad. Falsa alegría cambiada por tu cianuro. Necesidad de unirme al gheto de los que apelan a besarte. El escondite bien secreto, con la locura como estandarte
 No te permito que me saques todo el aire, que me acostumbres a atar todo con alambre. Me das mil canciones de buena madera, cualquier estación para mi es primavera con vos, pero cuando te vas... Me dejás con la más dulce pena matándome adentro y un otoño vacío en el centro que sólo se llena con un poco más de tu esencia en las venas.
 Me pongo goma, me pongo parlanchín, voy rebotando de Argentina hasta Japón, me cuelgo con historias que no tienen fin y me preocupo por problemas sin solución
 Voy escuchando Dancing Mode, la sonrisa oreja a oreja, es un problema de actitud. Y ahora los dejo pensando con ésta moraleja: Ponete bien si no hay quien salte y no hay un pobre, que de esta miel mejor que falte y no que sobre
 Me das mil canciones de buena madera, cualquier estación para mi es primavera con vos, pero cuando te vas... Me dejás con la más dulce pena matándome adentro y un otoño vacío en el centro que sólo se llena con un poco más de tu esencia en las venas.
 Que algo tan lindo me haga mal es una pena, me hacés poner una de cal, veinte de arena. Me das mil canciones de buena madera, cualquier estación para mi es primavera con vos, pero cuando te vas... Me dejás con la más dulce pena matándome adentro y un otoño vacío en el centro que sólo se llena con un poco más de tu esencia en las venas.

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