domingo, 30 de mayo de 2010

La edad del cielo


No somos más que una gota de luz, una estrella fugaz, una chispa tan solo en la edad del cielo; no somos lo que quisiéramos ser, sólo un breve latir en un silencio antiguo con la edad del cielo. Calma, todo esta en calma; deja que el beso dure, deja que el tiempo cure. Deja que el alma tenga la misma edad que la edad del cielo. No somos más que un puñado de mar, una broma de Dios, un capricho del sol del jardín del cielo. No damos pie entre tanto tic tac, entre tanto big bang, sólo un grano de sal en el mar del cielo.

Calma, todo está en calma. Deja que el beso dure, deja que el tiempo cure. Deja que el alma tenga la misma edad que la edad del cielo.

viernes, 28 de mayo de 2010

Tumbas de la Gloria


Tu amor abrió una herida porque todo lo que te hace bien, siempre te hace mal. Tu amor cambió mi vida como un rayo para siempre, para lo que fue y será. La bola sobre el piano la mañana aquella que dejamos de cantar. Llegó la muerte un día y arrazó con todo, todo, todo, todo un vendaval, y fue un fuerte vendaval. Algo de vos llega hasta mí, cae la lluvia sobre París, pero me escapé hacia otra ciudad y no sirvió de nada porque todo el tiempo estabas dando vueltas y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar, un tango al mango revoleando la cabeza como una loca de aquí para allá, de aquí para allá. Después vinieron los días de misterio y frío, casi como todos los demás. Lo bueno que tenemos dentro es un brillante, es una luz que no dejar escapar jamás. Algo de vos llega hasta mí, cuando era chica tuve un jardín pero me escapé hacia otra ciudad y no sirvió de nada, porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar, y bajo una misma piel y en la misma ceremonia. Yo te pido un favor, que no me dejés caer en las tumbas de la gloria.