Pisando siempre las piedras del camino,
aquellas piedras que hacen sangrar mis largos dedos,
las piedras me recuerdan tu amor,
ese amor tan sanador y doloroso.
Hoy no tengo más que sonreír,
soreír junto a vos que sos mi alegría,
vivir junto a vos el resto de mis días.
Y si en estos tiempos de cambios y desencuentros,
me encontrás por las calles llorando y riendo,
no te asustes,
es sólo uno más de mis momentos.
Hoy me alegro, lloro y río
en el mismo momento.
Te siento cerca mío,
me siento feliz de encontrarme contigo.
Mi locura no es sólo más,
que el motor de tu vida,
tu risa y tu alegría
que iluminan mis días.
Tu amor es la joya más valiosa,
la guardo con orgullo, junto a mi corazón.
Y si algún día eligieras llevártela,
con nostalgia te lo daría,
pero te pediría que recuerdes siempre,
que tu amor
cambió mi vida.
C.N.
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